I. Érase una vez, Google
Durante décadas, Google fue sinónimo de respuestas. No solo un buscador: una especie de oráculo digital que organizaba la información del mundo y la dejaba al alcance de cualquier persona con curiosidad y una buena conexión. La web abierta prosperaba: millones de sitios creaban contenido sabiendo que Google lo mostraría a quien lo buscara. El clic era el hilo invisible que conectaba ideas, personas, conocimiento.
II. El cambio: de organizador a predicador
Con la llegada de la inteligencia artificial generativa, Google cambió de piel. Ya no se limitaba a mostrar resultados: ahora generaba respuestas. Resúmenes automáticos, contenido predigerido, y una IA (Gemini) entrenada con los datos que los propios usuarios producían. Pero algo se rompió: lo que antes era un buscador, ahora era un predictor. Y la web empezó a resentirse.
III. El acuerdo con Reddit: el clic ya no es sagrado
En 2024, Google firmó un acuerdo con Reddit para acceder a su contenido y usarlo para entrenar su IA. Eso significó dos cosas: uno, que Google estaba dispuesto a pagar por datos conversacionales; y dos, que prefería alimentar su sistema con foros caóticos antes que con medios o creadores especializados. Resultado: los resultados de búsqueda empezaron a mostrar hilos, opiniones y ruido, disfrazados de respuestas.
IV. Adiós a la web abierta
A medida que los resúmenes IA ocupaban el espacio de los resultados, los clics empezaron a desaparecer. Sin clics, los sitios web no reciben visitas. Sin visitas, no hay ingresos publicitarios. Sin ingresos, no hay contenido nuevo. Google, al integrar la respuesta en su propia interfaz, empezó a matar el ecosistema que lo había alimentado durante dos décadas. La paradoja era brutal: quería retener al usuario… pero eliminaba el incentivo para que otros generaran contenido.
V. Gemini no convence
Mientras OpenAI y ChatGPT ganaban terreno, Google sacó su propio asistente conversacional: Gemini. Con promesas de integración y eficiencia, no logró conquistar al público. Su cuota de mercado es mínima. Sus respuestas, frías o poco confiables. Y su integración con el buscador ha generado más dudas que fidelidad.
VI. El castillo con wifi: YouTube
En medio de todo esto, YouTube sigue siendo el bastión de Google. Es su fortaleza, su mercado de atención, su fuente constante de ingresos por publicidad. A diferencia del buscador, YouTube aún atrae creadores, visualizaciones y dinero. Pero incluso ahí se filtran las tensiones: más anuncios, menos reparto justo de ingresos, IA generativa entrando por la puerta de atrás para resumir vídeos o doblarlos automáticamente. Si YouTube cae, cae el castillo.
VII. El futuro: impredecible, pero no neutro
Google ya no es un buscador. Es una infraestructura de predicción con intereses comerciales. Y si sigue ahogando la web abierta con sus propias herramientas, se quedará sin nada que predecir. La información no surge sola: alguien tiene que escribirla, grabarla, pensarla. Si nadie quiere ya crear, Google acabará hablándole a un espejo.
VIII. ¿Qué pasará con Google en los próximos años?
Google afronta una encrucijada. O bien redefine su papel como catalizador del conocimiento humano —respetando y revitalizando la web abierta— o continuará cavando una fosa donde solo sobrevivan los gigantes con acuerdos y los resúmenes vacíos. Veremos una expansión agresiva de Gemini, la integración de IA en todos sus productos y una presión creciente para monetizar cada interacción. Pero si pierde la confianza del usuario y de los creadores, su modelo actual no será sostenible. El futuro de Google no dependerá de su capacidad técnica, sino de su voluntad de dejar respirar a la red que le dio sentido.

Soy Nayat, y aquí mezclo sin pudor mis obsesiones literarias: desde artículos bien pensados sobre literatura “seria” (con comillas, porque a veces se pasa de intensa) hasta mis series favoritas del momento. Todo, por supuesto, bien ordenado en listas —porque nada me da más paz mental que ver los libros colocaditos en su sitio. También vas a encontrar recursos gratuitos, recomendaciones y alguna que otra joya inesperada. Bienvenida a este rincón donde el caos literario se convierte en puro disfrute. Puedes saber más sobre mí aquí.