René Gallimard es miembro de la embajada de Francia en China. Tiene modales suaves y se considera un cobarde y malo para seducir mujeres. Así, se sorprende cuando conoce y se enamora de la estrella de la ópera china, Song Liling, a quien considera la encarnación de la mujer perfecta, una versión de uno de sus personajes operísticos favoritos, Madame Butterfly. Gallimard comienza una relación con Song, una relación que refleja la relación en la ópera entre Pinkerton y Butterfly: el cruel hombre blanco y la mujer sumisa.
A lo largo de su aventura, Gallimard no se da cuenta de que Song es en realidad un hombre que hace el papel de mujer, un espía del Partido Comunista Chino que le extrae información. La actuación de Song es tan convincente y ella es tan recatada al mostrar su cuerpo, que Gallimard no es consciente del verdadero sexo de Song. A través de la sumisión de Song, Gallimard establece su identidad masculina.
A medida que avanza el asunto, Gallimard es ascendido a vicecónsul y se instala en un apartamento con Song, su amante. Sin embargo, cuando sus aspiraciones profesionales se frustran, Gallimard es dado de alta y regresa a Francia con su esposa, Helga. Allí, le cuenta a su esposa sobre Song y los dos se separan. Mientras tanto, Song es castigada por su romance con Gallimard, sirviendo como obrera durante algunos años. Luego, Song va a Francia vestida como Butterfly y carga a un niño que, según ella, pertenece a Gallimard. Gallimard está encantado de verla y los dos continúan su aventura.
Después de estar juntos durante 20 años, Gallimard es juzgado por traición y encarcelado por pasar documentos secretos al gobierno chino. En la corte, se revela públicamente que Song es un espía. En una exhibición dramática, Song revela su cuerpo masculino a Gallimard, quien está horrorizado por la vista. Incapaz de aceptar que Song le ha estado mintiendo durante 20 años, Gallimard se suicida, mientras Song mira y fuma un cigarrillo.
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