Espías tristes, canciones folk y el deseo profundo de coger la baja

¿Buscas una serie que no te trate como idiota y tampoco te venda redención a plazo fijo?

Ve a Amazon Prime, busca Patriot y prepárate para poner esta cara 😶

Una joya escondida que lleva una década dando vueltas por ahí y que me topé esta semana por puro azar. Y la verdad: podría ser mi biografía si, en lugar de pasarme los días encerrada en una oficina rellenando excels absurdos y fingiendo eficiencia institucional, trabajara para la CIA.

De qué va PATRIOT (spoiler: no del patriotismo)

John Tavner trabaja para la CIA. Su padre —alto cargo en la agencia— lo mete en una misión extraoficial, sin respaldo, sin credenciales y sin posibilidad de negar nada si todo sale mal. Y, claro, todo sale mal.

Suena absurdo. Lo es. Pero también triste. Y agotador.

John tiene la mirada perdida y la expresión de quien ya no espera que nada mejore. Va a trabajar, canta canciones folk donde confiesa torturas, errores diplomáticos y pensamientos suicidas. Y sigue adelante como si nada.

Y no, no es un drama.

Y mucho menos una comedia.

Es algo raro, precioso y emocionalmente devastador.

Como si Kafka escribiera The Office.

Esta escena es TODO lo que necesitas saber

No te voy a explicar más. Solo mira esta escena. John canta. Una canción folk. La letra: su misión fallida en Irán, un asesinato erróneo, tortura blanca, crisis de identidad, Amsterdam y pensamientos intrusivos sobre camareros de hotel. Todo con guitarra y cara de «ya no puedo más pero aquí seguimos».

(Tranquila, no es spoiler. Es literalmente la primera escena de la serie. Y si no te convence esto, probablemente Patriot no sea para ti. Y si SÍ te convence… bienvenida al club de la tristeza elegante.)

Cosas que sí tiene esta serie:

  • Canciones tristes con letra de informe confidencial.
  • Diálogos que son casi haikus burocráticos.
  • Personajes que quieren desaparecer pero siguen yendo a trabajar.
  • Un protagonista que reza para que lo atropellen y así le den la baja médica.
  • Escaleras. Muchas. Y todas bajan.

Cosas que no tiene:

  • Redención.
  • Villanos fáciles.
  • Mujeres decorativas. Aquí las señoras no están para hablar de hombres. Agathe, en particular, es un contrapunto brillante: metódica, intuitiva, inmune al caos masculino y con más presencia que cien agentes en misión encubierta. (La escena de piedra, papel, tijeras… fascinante).
  • Explosiones. Bueno, alguna. Pero sin gloria.

Por qué verla (o por qué no podrás dejar de pensar en ella)

Porque te hace reír y luego te deja con un nudo en el pecho. Porque está escrita con inteligencia, dirigida con belleza y actuada como si la vida fuera eso: un error administrativo con consecuencias nucleares. Porque si alguna vez has querido desaparecer sin hacer ruido… esta serie te va a hablar.

Patriot es como esa nota que dejas en el escritorio antes de largarte sin despedirte. No sabes si es una dimisión o un poema. Pero está bien escrita, y eso ya es mucho.

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