Introducción
Thomas Hardy, uno de los escritores más icónicos del siglo XIX, ha sido revalorizado en el siglo XXI como un autor que entrelazó profundamente la ciencia y la literatura. A través de sus novelas, Hardy exploró cómo las emociones humanas, lejos de ser meramente psicológicas, se manifiestan en lo corporal. En este artículo, analizaremos su enfoque sobre la corporalidad de las emociones, su relación con teorías científicas de su época y cómo estas ideas influyen en su narrativa.
Hardy y la percepción científica del cuerpo
La influencia de la psicología fisiológica
Durante las últimas décadas del siglo XIX, teorías como las de William James y Charles Darwin abordaron el papel del cuerpo en la generación de emociones. Hardy se inspiró en estas corrientes para presentar a sus personajes como entidades cuyos sentimientos emergen de procesos corporales involuntarios. En novelas como Tess of the d’Urbervilles, el corazón no solo es un símbolo, sino también un agente activo que «habla» a través de sus latidos y reacciones físicas.
Por ejemplo, Hardy muestra cómo Tess experimenta primero una respuesta física a los gestos de Angel Clare antes de procesar emocionalmente lo ocurrido. Este orden cronológico desafía la idea de que las emociones surgen exclusivamente de procesos mentales conscientes, subrayando la relevancia del cuerpo como motor de las experiencias humanas.
Darwin y la expresión de las emociones
En The Expression of the Emotions in Man and Animals (1872), Darwin destacó la continuidad evolutiva entre humanos y animales, señalando que muchas emociones tienen una base fisiológica compartida. Hardy retoma estas ideas, como se observa en Far from the Madding Crowd, donde un personaje compara los latidos del corazón humano con los de los animales, enfatizando nuestra conexión instintiva con la naturaleza.
El corazón como centro de emociones y conocimiento
Una metáfora y más allá
El corazón en la obra de Hardy no es solo un símbolo literario; es un lugar donde convergen las emociones y los impulsos instintivos. En una escena clave de Tess of the d’Urbervilles, los latidos del corazón de Tess «responden» al contacto de Angel Clare, sugiriendo que el cuerpo actúa como un receptor y transmisor de conocimiento emocional. Hardy utiliza esta representación para cuestionar la idea de la autonomía emocional, mostrando cómo los impulsos corporales pueden influir en las decisiones y sentimientos de sus personajes.
La vulnerabilidad y la corporeidad
La sensibilidad de los personajes de Hardy a los estímulos externos también los hace vulnerables. En el caso de Tess, su «corazón» responde tanto al amor como a las influencias externas que eventualmente la perjudican. Este retrato revela cómo Hardy combina elementos de la teoría de Darwin con un enfoque literario profundamente humano para explorar los conflictos entre el deseo y la razón.
La narrativa melodramática y el realismo
Desafío a los convencionalismos del realismo
Aunque Hardy es conocido por su realismo, sus descripciones intensificadas de las emociones humanas también reflejan un enfoque melodramático. En varias escenas, las emociones de los personajes son tan potentes que afectan su entorno físico, como camas que vibran o flores que se «sacuden» por los latidos de un corazón. Este recurso, lejos de ser una exageración, refuerza su visión de las emociones como fuerzas que trascienden los límites del cuerpo.
La crítica a la introspección
Hardy también se distancia de contemporáneos como Henry James al evitar profundizar en la introspección psicológica pura. Para Hardy, la experiencia humana no se limita al «pensamiento»; es una combinación de lo mental y lo corporal. Como señala el narrador de Far from the Madding Crowd, el alma «es esclava del cuerpo» y sus emociones están profundamente arraigadas en la carne.
Impacto contemporáneo y relevancia
La visión de Hardy sobre el cuerpo y las emociones ha sido reinterpretada por críticos contemporáneos como un intento de ampliar los límites del realismo. Su enfoque, que combina teorías científicas con descripciones detalladas y profundamente humanas, ofrece una perspectiva fresca sobre la naturaleza humana. En una época en la que los debates sobre la mente y el cuerpo continúan siendo relevantes, la obra de Hardy ofrece una forma de reflexionar sobre nuestra propia condición emocional y corporal.
Reflexiones personales
Desde mi perspectiva, Hardy no solo retrata la naturaleza humana; la redefine. Al mostrar cómo las emociones son tanto corporales como mentales, nos invita a repensar nuestras propias experiencias afectivas. Su obra también destaca la importancia de reconocer nuestra vulnerabilidad como una parte esencial de la condición humana, algo que sigue siendo profundamente relevante en el mundo actual.
Hardy logra tejer una narrativa que combina magistralmente el conocimiento científico y la sensibilidad literaria. Sus novelas no solo nos muestran cómo somos afectados por el mundo externo, sino también cómo nuestras propias emociones nos conectan con una red más amplia de relaciones humanas y naturales. Esto, a su vez, subraya la universalidad de las emociones humanas y su inherente corporeidad.
Fuente
Battersby, D. (2024). Thomas Hardy’s Betraying Heart: Realism and Bodily Affect. ELH, 91(4), 1083-1109. https://dx.doi.org/10.1353/elh.2024.a945314.